Dos comerciantes, un vendedor de frutas y una vendedora de sandía, comenzaron a disputarse su lugar en la avenida 20 de noviembre.
La mujer le reclamó el espacio, en tanto que el hombre le dijo que el sitio no le correspondía a nadie, pues la calle es de todos.
En un video que circula en redes sociales, se ve claramente cómo riñen por el lugar.
El vendedor de fresas argumenta que él también tiene familia que mantener y explica que la comerciante de sandías quiere apropiarse del mencionado espacio, y además le ha hecho amenazas.
Después de una acalorada discusión se ve que la mujer se dirige a otro lado y vuelve con tabique en la mano, con el cual golpea la cabeza del vendedor de fresas.
Y entonces empezó todo un fenómeno viral en redes sociales.
Por este hecho, los usuarios han utilizado el #LadySandías para referirse a casos agresivos o para pedir ayuda en forma de broma.
Proliferan comentarios como: “Oigan dónde vende #LadySandías para pedirle un tabique es que mi marido anda muy respondón”, “Tenía ganas de vender fresas pero recuerdo a #LadySandías y se me pasa”, “Alguien sabe en qué horario va a estar dando autógrafos la señora de las sandías”, “Ya despiértese #LadySandías tenemos muchos memes que ver”, entre otras.
No obstante, hay comentarios encontrados, ya que para algunos internautas consideran que el meme es una ofensa hacia el vendedor de fresas, el cual fue hospitalizado por una herida que sufrió en la cabeza.
El hombre afectado es Alan Gabriel, egresado del Tec Zamora, quien decidió emprender este negocio de la comercialización de berries y tienen aproximadamente 6 años sobre la avenida 20 de noviembre.
Mencionó que comercializa por la calle Madero norte y que a últimas fechas otros comerciantes instalados cerca de ellos lo han estado acosando, insultando y amenazando por vender su producto cercano en la vía pública.
Debido a las lesiones que recibió tuvo que ser atendido en un hospital privado por lesiones en cara, cabeza y nariz por lo que es probable que presente denuncia ante la Fiscalía Regional.
Pasados dos días, el caso sigue todavía dando mucha tela por dónde cortar.
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