Localizan restos humanos en Ario de Rayón; suman 42 cuerpos encontrados en región Zamora

Las desapariciones en Michoacán han dejado un rastro de horror en múltiples regiones del estado. Uno de los sitios más impactantes es el Cerro de la Cruz, ubicado en Jacona, donde madres buscadoras y colectivos han encontrado decenas de cuerpos en fosas clandestinas.

Sin embargo, este no es el único punto donde han aparecido restos humanos. Ario de Rayón, otra comunidad en la misma región, también ha sido escenario de hallazgos recientes. Pese a estos descubrimientos, la respuesta de las autoridades ha sido lenta e insuficiente, obligando a los familiares de los desaparecidos a tomar la iniciativa en la búsqueda.

Evangelina Contreras, madre buscadora y activista del colectivo DECOFEM, ha estado presente en las excavaciones realizadas en ambas zonas. Según su testimonio, hasta el momento han localizado al menos 36 cuerpos en el Cerro de la Cruz y 6 en Ario de Rayón, pero aún falta mucho por explorar.

Y todavía no terminamos de descartar el lugar. Sabemos que hay más, pero nos falta que nos den más días de búsquedaMadre buscadora y activista Decofem, Evangelina Contreras
El descubrimiento de estas fosas fue posible gracias a información anónima. “Nos pasaron un punto exacto, con detalles específicos de dónde excavar. Caminamos 100 metros y ahí estaban las fosas”, relata Contreras. La crudeza de los hallazgos ha sido devastadora para las familias que aún buscan a sus seres queridos.
Pero el Cerro de la Cruz no es el único sitio de interés. En Ario de Rayón también se han encontrado restos humanos. La zona, ubicada a pocos kilómetros de Zamora, ha sido señalada como un punto de actividad delictiva, donde se han reportado múltiples desapariciones. Contreras explica que, aunque los hallazgos en este lugar han sido menos numerosos, la posibilidad de encontrar más cuerpos sigue latente.

Nos informaron que en Ario de Rayón hay más puntos donde podrían estar restos, pero nos ponen muchas trabas para buscarMadre buscadora

Las búsquedas de DECOFEM siguen un protocolo riguroso, pero muchas veces se ven obligadas a trabajar sin el equipo adecuado ni el respaldo de las autoridades.

Nosotras llegamos con nuestras herramientas básicas, buscamos con varillas y esperamos encontrar algo que nos dé una pista. Cuando hallamos restos, tenemos que presionar para que los peritos acudanEvangelina Contreras
Sin embargo, incluso cuando las autoridades intervienen, el manejo de los cuerpos no siempre es el adecuado. En múltiples ocasiones, los peritos han intentado embalar los fragmentos óseos en bolsas negras de basura, lo que puede comprometer la identificación.

Es una falta de respeto para quienes estamos encontrando. Les hemos exigido que usen el material adecuado para evitar contaminar la evidenciaIntegrante del colectivo de búsqueda Decofem
El trabajo en estas zonas no ha estado exento de trabas. Si los colectivos solicitan permiso previo para realizar búsquedas, en muchos casos les niegan el acceso. “Si hubiéramos esperado la autorización, jamás nos habrían dejado entrar. El lugar seguiría intacto y las familias seguirían sin respuestas”, señala Contreras.

Además, el acceso a información crucial ha sido limitado. En el pasado, las madres buscadoras podían acudir a los penales para obtener datos de internos que sabían la ubicación de fosas clandestinas. Ahora, esta posibilidad ha sido restringida. “Antes nos permitían platicar con ellos, sacar información clave. Ahora solo nos dejan ver fotos en una computadora, pero así no podemos hacer nada”, comenta la activista.

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