Luego de que supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación irrumpieran la comunidad purépecha de Tzirio, Michoacán, el pasado fin de semana, habitantes de esta comunidad reactivaron sus barricadas y labores de vigilancia.
Los actos de extorsión ocurrieron el viernes pasado en las huertas de aguacate, donde un grupo de civiles armados exigió a los colonos un pago de 5 mil pesos por cada hectárea sembrada.
De acuerdo con Eloy Madrigal Agustín, exjefe de tenencia de Tzirio, el grupo armado ingresó al territorio por el lado norte para amenazar a los trabajadores que se encontraban en dicha área y exigirles que dejaran de trabajar, porque a partir de ese momento ellos se instalarían en la zona.
Como respuesta a este suceso, habitantes de Tzirio instalaron al menos tres barricadas en las salidas hacia Tinguindín y Jacona para realizar filtros de revisión a automovilistas las 24 horas del día.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el poblado de Tzirio sufre un ataque, en 2013 se registró un acto violento donde tres comuneros fueron secuestrados.
“Nos hemos levantado para resguardar a nuestros niños. No tenemos miedo. No tenemos nada de miedo. Aquí estamos defendiendo nuestras tierras”, afirma una de las habitantes de Tzirio, a Milenio.
Aunque los pobladores de diferentes edades se organizaron para reforzar la seguridad de la comunidad purépecha, exigieron a las autoridades que asumieran su responsabilidad porque sus esfuerzos no eran suficientes para hacer frente a la delincuencia organizada.
Tras el llamado, las autoridades estatales y federales se trasladaron a las huertas ubicadas en el cerro de Patambán, en donde se registró un enfrentamiento que dejó dos comuneros lesionados, así como el aseguramiento de vehículos, equipo táctico, cargadores, entre otras cosas.
Por el momento, la plaza principal continúa recibiendo a sus comerciantes y los negocios permanecen abiertos, además, las labores de cosecha de maíz y aguacate continúan.
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